martes, 15 de marzo de 2016

Investigan un rastro de sangre que podría pertenecer al vecino de Navamorcuende

La Guardia Civil investiga un rastro de sangre encontrado en las inmediaciones de Navamorcuende, localidad en la que el pasado mes de enero desapareció un vecino, Angel López Barroso, del que no se ha vuelto a tener noticia alguna.
Así lo ha desvelado este sábado el diario La Tribuna, que señala que los agentes de la Benemérita encontraron unas gotas de sangre de procedencia humana a unos dos kilómetros del casco urbano, por lo que están ahora mismo en proceso de comparación de ADN para saber si pertenecen a Ángel López.
Se trata de un 'reguero' de sangre de entre 50 y 60 metros de longitud, que ha sido rastreado por los perros de la propia Guardia Civil, que ha inspeccionado el entorno prácticamente palmo a palmo sin ningún resultado.
Según se ha desvelado ahora, la sangre fue encontrada poco después de la desaparición y en aquel momento las gotas presentaban un aspecto reciente; entonces no se dio a conocer la existencia de ese rastro, para no perjudicar las investigaciones.

SIGUEN LOS RASTREOS
Pese al tiempo transcurrido desde la desaparición, el pasado 13 de enero, los efectivos de la Guardia Civil siguen inspeccionando periódicamente la zona; la última vez, la semana pasada, con perros rastreadores, sin ningún resultado.
Como ya hemos informado, Angel López Barroso fue visto por última vez la noche del citado día 13 de enero, vistiendo un chándal de color rojo y con un bastón en la mano; tiene 46 años, 1.70 de estatura y complexión física normal, con el pelo negro y visibles canas en las sienes.
El desaparecido es una persona muy conocida no sólo en su pueblo, Navamorcuende, en el que esporádicamente actuaba como enterrador y solía recoger chatarra, como en las localidades vecinas de la Sierra de San Vicente, que solía frecuentar.

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